Coordina: RED LATINOAMERICANA DE ECONOMÍA HUMANA
Contacto: rector@claeh.edu.uy
Coordinación en Uruguay: Julián Suquilvide - Contacto: julian280846@gmail.com
Coordinación en Chile: Daniela Figueroa, PhD - Contacto: dfigueroa@ciachi.org
La salud constituye una preocupación primordial de las personas y las familias. Es un segundo ‘campo de acción’ de gran importancia en el encuentro de formas mejores de vivir y de hacer economía, correspondientes a una nueva civilización.
En las sociedades modernas, no obstante los avances logrados en la disminución de la mortalidad infantil y en el alargamiento de las expectativas de vida, existen muy serios problemas de salud que los modos actuales de procesarla no permiten resolver. Cabe mencionar los desafíos asociados al incremento de población anciana. Uno de ellos es la atención integral a ancianos que viven solos y no son autovalentes. Otro es el tema muy actual del “buen morir”, la eutanasia y el suicidio asistido, campo se plantea el respeto a las opciones personales.
Se ha difundido un enfoque mecánico de la salud humana, en que las enfermedades son combatidas con drogas y fármacos especializados para cada dolencia, o mediante cirugías y trasplantes de órganos. Con este sistema las personas son objeto de atenciones médicas cada vez más frecuentes, en hospitales y clínicas masivas, en correspondencia con la frecuencia y la difusión social de las enfermedades. Los fármacos y drogas van perdiendo eficacia a medida que se repiten en el tratamiento de enfermedades reiteradas, requiriéndose cada vez dosis mayores y productos de mayor potencia invasiva.
Cabe añadir que en la vida moderna, y enun sistema económico con precariedad laboral, consumismo y sobrevaloración del tener sobre el ser, se multiplican las enfermedades nerviosas y mentales, el estrés, la depresión, la pérdida de sentido de la vida, la anomia moral, generando formas de vida abiertamente insanas. En las atenciones de salud no se considera que los seres humanos somos personas integrales, en que las dimensiones corporal, afectiva, intelectiva, de convivencia social y de relación con la naturaleza son interdependientes y constituyen aspectos esenciales de la salud física y mental.
En la actualidad las personas son altamente dependientes de los sistemas de salud, carecen de una consistente cultura de la salud que les proporcione autonomía y autocontrol de su bienestar, y muchas enfermedades son autoprovocadas, por malas prácticas de alimentación, de higiene, de cuidado del cuerpo, por consumos adictivos, etc.
Como respuesta frente a estas situaciones y problemas, se han desarrollado múltiples formas, concepciones y prácticas alternativas. Cabe mencionar, entre otras, el empleo de dietas, de plantas medicinales, y de extractos vitamínicos y minerales de base biológica.
Fundadas en una concepción integral del ser humano, existen experiencias y movimientos que buscan la conservación de la salud, la prevención de las enfermedades y el mejoramiento del bienestar, trabajando sobre la conexión mente – cuerpo – espíritu. Hay búsquedas centradas también en la recuperación de saberes medicinales antiguos, como la medicina tradicional china, la acupuntura, la medicina ayurvédica, la naturopatía. Algunas de estas formas de salud ‘alternativa’ están sustentatadas en prácticas y en saberes ancestrales y/o de base filosófica y espiritual.
Saber quién y cómo uno es, conocerse a sí mismo, desarrollar una cultura de la salud, adquirir niveles crecientes de autonomía en la gestión del cuerpo, de la mente y del espíritu, constituyen orientaciones esenciales para una vida más plena, que contribuyen al tránsito hacia una nueva civilización.