Coordina: INSTITUTO DE FILOSOFÍA Y CIENCIAS DE LA COMPLEJIDAD
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Cada uno de los ‘campos de acción’ en que se dan las búsquedas de formas nuevas de vivir y de resolver los problemas, requiere el desarrollo de conocimientos rigurosos, y de alta complejidad en cuanto en ellos se trata de articular las diferentes dimensiones de la experiencia humana, en orden al desarrollo integral. Por eso, y para transitar hacia una nueva y superior civilización - en la alimentación, en la energía, en la salud, en la educación, en la ecología y medio ambiente, en la economía y en la coordinación de las decisiones - es necesario alcanzar formas de conocimiento superiores a los que sirven para orientar los procesos estandarizados y unilaterales propios del capitalismo y el estatismo. Esto, especialmente en los ámbitos político, económico, jurídico y cultural.
El pensamiento unilateral en las ciencias sociales, tiende a hacer generalizaciones que no reconocen la diversidad y complejidad, y a considerar que toda la realidad está integrada funcionalmente y cada aspecto de ella se encuentra marcada por un único rasgo esencial.
Surge la necesidad - y se trabaja en algunos centros de investigación -, de alcanzar un conocimiento científico denominado 'comprensivo', y una forma de pensamiento avanzado que ha sido identificado como 'complejo'. El pensamiento complejo implica superar el pensamiento ideológico caracterizado por el simplismo de las ideas y de las propuestas de transformación de la realidad social. El conocimiento comprensivo implica superar el conocimiento positivista, caracterizado por separar lo objetivo y lo subjetivo, prescindir de los valores en el análisis de los hechos sociales, simplificar la realidad proponiendo teorías generales a partir de aspectos particulares de la realidad.
El conocimiento comprensivo de la complejidad implica un esfuerzo de asimilación de concepciones teóricas diversas y aparentemente contradictorias, y en base a ello, la elaboración de puntos de vista superiores que, reconociendo la parcial validez de cada una de las teorías parciales, las integre y las supere en una síntesis superior.
Con el conocimiento comprensivo y el pensamiento complejo se llega a comprender la diversidad y la complejidad de las estructuras y de los procesos reales, lo que permite generar iniciativas de transformación diversas, creativas, autónomas, realistas, que parten del análisis particular de las condiciones particulares en que se vive y actúa. Ello teniendo en cuenta que el conocimiento se encuentra socialmente repartido, que nadie es poseedor de la verdad completa, y que todos los procesos económicos, políticos y culturales son altamente complejos, por lo cual las transformaciones progresivas que conduzcan a la creación de una nueva civilización deben ser pluralistas, multifacéticas y diversificadas.