CONVOCATORIA

Convocatoria a Congreso Internacional 2020

DESAFÍOS DE LA TRANSICIÓN A UNA NUEVA CIVILIZACIÓN

 

INVITAN

Univérsitas Nueva Civilización

Instituto de Filosofía y Ciencias de la Complejidad - IFICC

CIESCOOP – Universidad de Santiago

CIDEP – Universidad de Valparaíso

Fundación Huerquehue

Fundación LIBERA

CHILEUFÚ Casa de Diálogos

Red Internacional de Economía Humana

(Esperamos sumar a otras instituciones)

 

A QUIÉNES INVITAMOS

 

La invitación se extiende a todas las personas, organizaciones e instituciones que estén desarrollando ideas y concepciones teóricas, o iniciativas y experiencias prácticas, orientadas a concebir, proponer y experimentar nuevas formas de vivir, de comportarnos y de relacionarnos entre nosotros y con la naturaleza, conscientes de que se necesita un cambio profundo de la sociedad, una evolución de la humanidad. 

Nos referimos a transformaciones necesarias para enfrentar lo graves problemas que afectan actualmente la alimentación, la salud, la educación, la energía, el habitar el territorio, el cuidado de la biósfera y el medio ambiente, la economía, la política, la coordinación de las decisiones, el conocimiento y las ciencias. 

La pluralidad y la gravedad de esos problemas, que no encuentran solución en los marcos teóricos e institucionales de la actual organización de la sociedad, nos llevan a definir el cambio necesario como una transición a una nueva civilización. 

El Congreso se ofrece como un espacio para dar a conocer esas elaboraciones. Iniciativas, experiencias y propuestas; para compartir reflexiones sobre ellas, ahondar en su significado y analizar sus debilidades y sus potencialidades.

 

CARACTERÍSTICAS DEL CONGRESO

 

Un Congreso Progresivo e Interactivo

El Congreso se realiza como un proceso que se entiende en el tiempo, desde que se abre la Convocatoria y los participantes se inscriben y entran a formar parte de él, hasta que se realiza el evento final en noviembre de 2020. 

Durante ese tiempo intermedio se organizarán conversatorios o talleres en que los participantes podrán presentar borradores y avances de sus ponencias y trabajos, formulando y recibiendo opiniones y comentarios que contribuyan a perfeccionar los trabajos. 

 

Un Congreso Descentralizado y Convergente

Los conversatorios o talleres serán organizados por las instituciones convocantes, o por autoconvocatoria de los mismos participantes, en lugares y en fechas que decidirán en cada caso quienes los organicen. 

Estos eventos intermedios serán informados a la organización central del Congreso, que contribuirá a su difusión pública cuando le sea requerida. En lo posible se pide a los organizadores de estos eventos, que realicen de ellos algún registro de textos, fotografías, audio o video, para darlos a conocer al conjunto.

Todas las elaboraciones y actividades que se realicen a lo largo del proceso del Congreso, confluirán en un portal de Internet gestionado por Univérsitas Nueva Civilización, en Santiago de Chile.

El evento final del Congreso donde se presenten los trabajos de los participantes, se realizará en Santiago de Chile, durante el mes de noviembre de 2020, en la sede o los lugares que se indicarán oportunamente. 

Habrá tres modos en que los trabajos  de los participantes serán presentados en el Congreso final: a) conferencias públicas, b) ponencias en talleres, c) paneles visuales. El Programa será definido por el Comité organizador.

 

Un Congreso Virtual y Presencial

La participación en este Congreso internacional y descentralizado, se realizará preferentemente de modo presencial; pero también se emplearán los medios que ofrecen las tecnologías de la información y las comunicaciones, sea para el envío de los textos y documentos audio-visuales que serán distribuidos a los participantes y recogidos en el portal del Congreso, como mediante presentaciones y reuniones que se organicen por streamingy otros medios que facilitan encuentros virtuales sincrónicos.

 

ÁREAS TEMÁTICAS – CAMPOS DE ACCIÓN

 

El Congreso se articula en Áreas temáticas llamadas “Campos de Acción”. Distinguimos los Campos de Acción Particulares (específicos, en los que existen experiencias y organizaciones que innovan y en los que se realizan búsquedas teóricas y prácticas alternativas a las predominantes), y los Campos de Acción Transversales (más generales, y que atraviesan y se relacionan con varios de los Campos de Acción Particulares). 

Cada Área temática será animada y organizada por una de las Instituciones organizadoras.

- Los Campos de Acciónque se abordarán en el Congreso, y las Instituciones (que se propone que sean las organizadoras) son los siguientes:

Particulares:

1. La Alimentación (Coordina: CIDEP – Universidad de Valparaíso)

2. La Salud (Coordina: por definir)

3. La Educación (Coordina: CHILEUFÚ)

4. La energía (Coordina: por definir)

5. El Habitar el Territorio (Coordina: Fundación HUERQUEHUE)

Transversales:

6. La Ecología y el Medio Ambiente. (Coordina: por definir)

7. La Economía Solidaria, Cooperativa y Social. (Coordina: CIESCOOP – Universidad de Santiago)

8. La Coordinación de las Decisiones y nuevas formas de organización social y política. (Coordina: Univérsitas Nueva Civilización).

9. El Conocimiento y Comprensión de la Complejidad. (Coordina: IFICC ).

 

ACTIVIDADES DE LOS PARTICIPANTES

 

Este Congreso está concebido como un proceso de estudio, análisis y reflexión que se extiende desde el momento en que se abre la Convocatoria en Abril de 2019, hasta la realización del evento conclusivo en Octubre de 2020. 

Durante este lapso los investigadores y personas interesadas en participar realizan las siguientes actividades:

- Inscripción del tema de su ponencia, en el Campo de Acción correspondiente.

- Lectura de textos seleccionados, propuestos por los organizadores y por los participantes, sobre lo que diversos autores entienden por civilización y lo que pudiera ser una nueva civilización. Los textos serán enviados por e-mail a los inscritos, y estarán disponibles en el portal del Congreso administrado por Univérsitas Nueva Civilización.

- Participación en Conversatorios y Talleres, en que los miembros de los grupos pueden presentar síntesis o borradores de sus ponencias, y conversar, analizar, preguntar y sugerir enfoques respecto a los temas que están trabajando, a fin de retroalimentar la reflexión de los participantes y perfeccionar sus textos y trabajos finales.

- Presentación de las Ponencias (y posiblemente otras actividades) en el evento conclusivo del Congreso.

Las ponencias y documentos elaborados por los participantes y puestos a disposición en el Congreso, son entregados por sus autores con la Licencia Creative Commons de Reconocimiento No Comercial ( CC BY-NC), esto es, podrán ser utilizados libremente citando al autor y siempre y cuando su uso no tenga fines lucrativos o comerciales.

Tamaño máximo de las ponencias: 10 páginas, incluyendo imágenes y fotografías, letra Calibri tamaño 12. 

Las ponencias serán publicadas en libros, y podrán integrarse a una Enciclopedia virtual de la Nueva Civilización (en proyecto). 

 

FUNDAMENTACIÓN Y OBJETIVOS DEL CONGRESO

 

A mediados del segundo milenio tuvo inicios en Europa la civilización moderna, que se expandió progresivamente hacia las Américas y parcialmente hacia el resto del mundo. En extrema síntesis y sin pretender haberla comprendido enteramente, podemos decir que se trata de una civilización que; a) En lo económico se caracteriza por el industrialismo, el capitalismo y la innovación tecnológica, que expandieron enormemente la producción y los mercados en dirección tendencialmente global. b) En lo político se caracteriza por los Estados nacionales soberanos, que fundan el poder político y el orden social combinando el monopolio estatal de la fuerza militar, la burocracia como principio de una administración que busca ser eficiente, y la representación ciudadana mediante partidos políticos como fundamento de la legitimidad del gobierno. c) En lo cognitivo y cultural se caracteriza por el desarrollo de las ciencias naturales y sociales, fundadas sobre una filosofía empirista y positivista, y en la base una cosmovisión naturalista o materialista del mundo.

Esta civilización ha generado un impresionante desarrollo de las tecnologías y de las fuerzas productivas en general, un gran fortalecimiento del Estado y del poder público como fundamento del orden social, y una expansión de las libertades de pensamiento, de expresión y de creencias que dió lugar a la diversificación y pluralismo ideológico. Ha sido y es, comparada con las civilizaciones anteriores, una gran civilización. Hay que reconocer que ha facilitado un crecimiento notable de la población, el alargamiento de las expectativas de vida, y  un mejoramiento del bienestar social al menos para una elevado porcentaje de la población. 

Pero esta civilización moderna está dando señales claras de agotamiento de sus potencialidades, y generando graves problemas que no parece estar ella misma en condiciones de resolver. Problemas como, por ejemplo, la desigualdad social, el endeudamiento creciente e insostenible tanto de los Estados como de las empresas y los consumidores; el agotamiento de recursos y energías no renovables; el aumento de la delincuencia, la drogadicción y la anomia psicológica y social; problemas de ingobernabilidad y deslegitimación de la política; el deterioro del medio ambiente y la ruptura de equilibrios ecológicos, por nombrar algunos entre los más conocidos. Podemos afirmar que estamos en presencia de una verdadera crisis, agotamiento y tal vez agonía de esta civilización, moderna pero ya vieja.

Completar y perfeccionar el diagnóstico sobre el estado actual de la civilización moderna y de sus problemas y crisis, es un primer objetivo de este Congreso. Pero queremos que el pensamiento y la creatividad de los investigadores se oriente preferentemente a pensar en la civilización que queremos, en una nueva y mejor civilización, en que puedan resolverse los problemas mencionados, e ir más allá, abriendo el horizonte de la experiencia humana y las posibilidades de desarrollo humano, personal, social y universal. Ello no debe consistir en una simple expresión de deseos, pues para que tenga utilidad debe concebirse con realismo, teniendo en cuenta la realidad existente para descubrir en ella los elementos con que el cambio y la nueva realidad puedan realizarse. 

En este sentido, habrá que considerar las tendencias en curso que marcarán los próximos años y décadas, entre las cuáles la creciente globalización que a la vez homogeniza y genera nuevas  desigualdades, en términos de desarrollo económico y distribución de la riqueza; la vigencia de los derechos humanos; la vorágine tecnológica y sus desafíos; los cambios demográficos y los desafíos que plantea. Será importante evaluar cuáles componentes de la actual civilización moderna tienen valor universal y conviene que se mantengan o sean traspasados a la nueva civilización, y cuáles convendría dejar en el pasado. 

Atención especial merecen las tecnologías de la información y las comunicaciones, siendo importante preguntarse en qué medida pueden facilitar el tránsito a una nueva civilización, o bien dificultarlo, o condicionarlo con mayor o menor determinación.

Sin abandonar el realismo, convocamos a los investigadores a echar a volar la imaginación, la inteligencia y la voluntad. Concebir con el pensamiento, la argumentación y el análisis una nueva civilización tiene sentido profundo; el mismo sentido que expresara Platón en La República, cuando Glauco le rebate a Sócrates el esfuerzo de pensar en la mejor organización de la Polis diciendo: “Pero esta ciudad que hemos construido con nuestros razonamientos, no existe realmente en ninguna parte”, a lo cual Sócrates responde: “Pero ahora que la hemos puesto en el cielo de las ideas, quizás los hombres comiencen a verla, y al verla la pongan en su corazón y quieran construirla a partir de sí mismos”.

 

ALGUNAS IDEAS ORIENTADORAS

 

La idea de una Nueva Civilización

 

Sostiene Arnold Toynbee, gran historiador de las civilizaciones, que una civilización se gesta en el seno de una civilización que está llegando a los límites de sus potencialidades, cuando en su interior se generan problemas y desafíos que no pueden ser resueltos en el marco de sus concepciones teóricas, valores y costumbres prácticas. Surgen, en ese contexto, concepciones nuevas, más amplias, e iniciativas y experiencias innovadoras, que apuntan a enfrentar esos desafíos y a encontrar soluciones nuevas a esos problemas. No es necesario que una civilización colapse para que comience a construirse una nueva; más bien sucede que es en la civilización anterior que se crean los medios para la creación de la nueva. 

Son muchos los elementos que indican que estamos actualmente transitando hacia una nueva civilización. Un factor decisivo, que hace posible este tránsito, es la Internet y las nuevas Tecnologías de la información y la Comunicación, que están transformando el modo de comunicarnos y relacionarnos, de aprender y de conocer, de comportarnos y de actuar, impactando fuertemente la educación y los medios, el trabajo y la producción, el comercio, los servicios y las finanzas, la cultura y la política, y que están expandiendo en gran parte de la población la creatividad, la autonomía y la solidaridad. 

Pero la Internet y las TICs no son la nueva civilización; facilitan su creación y permiten iniciar el tránsito hacia ella, pero los contenidos que tendrá esta Nueva Civilización  no los conocemos aún, no están predeterminados, y dependen también de nosotros. Y sobre todo, de quienes se planteen el tránsito a una Nueva Civilización como proyecto consciente, y de la claridad y decisión con que lo hagan. Ahora bien, para participar, e influir en cómo será, asumiéndola como proyecto, es importante disponer de la necesaria claridad conceptual. Para asumirla como proyecto hay que tener la capacidad de pensarla, de concebirla, de proyectarla; que es lo que proponemos investigar en este Congreso.

Toynbee sostiene que "Una civilización es una relación entre individuos; esta relación consiste en la coincidencia de los campos de acción de sus individuos; esta coincidencia combina en un terreno común los campos individuales; y este terreno común es lo que llamamos sociedad.” Toynbee sostiene que “cada persona puede ser sujeto activo de varias 'sociedades', en la medida que sus acciones confluyan con las de otras personas, creando 'campos de acción'. Distintas 'sociedades' o campos de acción así constituidos, pueden relacionarse con otras 'sociedades' similares, creando con las actividades de los individuos de todas ellas, un 'campo de acción' o sociedad más amplia, una 'civilización' mayor”. 

Toynbee sostiene que lo que define a una civilización no es exactamente el tamaño o la cantidad de individuos y de 'sociedades' que la constituyen, sino que el hecho decisivo es que el 'campo de acción' sea "inteligible en sí mismo", esto es, que se explique por la dinámica de sus integrantes, con bajos elementos que lo influyen y determinan desde fuera del mismo. Para que ello se verifique, deberá estar conformado por 'campos de acción' (económicos, políticos, culturales, etc.) suficientemente consistentes y autónomos, e integrados e interrelacionados por una cultura u orientación espiritual compartida.

Con base en ese concepto, podemos asumir que una nueva civilización significa desarrollar nuevas maneras de vivir, de experimentar y satisfacer las necesidades, de producir y reproducir la vida social, de organizar la convivencia. Y esto está actualmente ocurriendo. En efecto, existen numerosas iniciativas y experiencias económicas, políticas, tecnológicas, educacionales y culturales 'alternativas', autónomas respecto de las formas económicas y políticas predominantes, que son portadoras incipientes de esas nuevas formas de vivir. Es así que podemos identificar numerosos elementos de la nueva civilización ya presentes en la actualidad. Ellos nos permiten apreciar que el tránsito ya ha comenzado y se encuentra en unos niveles de desarrollo significativos y auspiciosos.

 

Sin embargo podemos “visionar” diversas nuevas civilizaciones que pueden ser el resultados de procesos alternativos, o mutuamente excluyentes, o que podrían coexistir. Conviene considerar, además, que muchas de las iniciativas y experiencias “alternativas” no son nuevas y se han sido por años “incipientes”. Al examinarlas en el presente Congreso, será importante preguntarse por qué siguen siendo incipientes y en qué medida las tendencias del cambio en curso en los ámbitos político, económico, social, cultural etc. permiten pensar que están surgiendo condiciones más favorables que en el pasado para que estas semillas germinen y florezcan.

 

Una nueva civilización implica cambios prácticamente en todos los ámbitos y “campos de acción” de la vida personal y social. Pero hay algunos en que las novedades y cambios son más necesarios y más profundos, porque en ellos son más grandes los desafíos y problemas que afectan a las personas y a la sociedad.

 

Podemos identificar diferentes ámbitos de actividad o “campos de acción”en que es más importante el despliegue de iniciativas creadoras de nuevos modos de hacer las cosas y de vivir. Cada uno de ellos integra un conjunto de temas, problemas y aspectos que los constituyen en su complejidad. Distinguiremos campos de acción particulares, y campos de acción transversales.

 

Algunos importantes Campos de Acción particulares que están surgiendo en el tránsito a una nueva civilización son:

 

1.- La alimentación.

 

La alimentación es obviamente esencial, y constituye un primer ‘campo de acción’ de gran importancia en el tránsito hacia una nueva civilización. Actualmente la alimentación presenta graves problemas, que afectan la salud y un buen desarrollo humano. No obstante elaumento en la capacidad de producir alimentos suficientes para toda la humanidad, persisten altos niveles de hambre crónica y desnutrición infantil en ciertos países, mientras que en otros – en los más desarrollados— el problema  principal es la obesidad. 

La producción de alimentos vegetales, realizada en forma extensiva, emplea cantidades enormes de fertilizantes químicos y pesticidas de alta potencia, afectando la genuinidad de los productos y dañando las tierras de cultivo. Hay severos problemas en la reproducción de las semillas y en los cultivos transgénicos, respecto de los cuales cabe preguntarse si el problema radica en la tecnología misma o en su control por grandes transnacionales.

En cuanto a la producción de alimentos cárnicos, la crianza masificada de aves, porcinos y bovinos, y el uso de hormonas y estimulantes artificiales del crecimiento, atentan contra principios elementales del respeto a la vida, y generan productos cuyos impactos negativos sobre la salud están siendo investigados. La cuestión del “respeto a la vida” merece ser profundizada, desde una perspectiva ética y política, teniendo en cuenta que los Homo Sapiens hemos sido desde tiempos inmemoriales omnívoros; y que desde los inicios de la revolución agrícola, hace unos 10 mil años atrás, los humanos hemos estado interviniendo en la biósfera por múltiples medios. Un de esos campos ha sido la domesticación de plantas y animales e incluso la producción de nuevas especies por ingeniería genética. Gracias a esas intervenciones la población humana creció y literalmente “dominó” la Tierra.

 La elaboración industrial de bebidas y alimentos ‘chatarra’, con excesos de azúcares y grasas, y con sobreabundancia de saborizantes y colorantes artificiales, afectan especialmente la salud de los niños. Los alimentos ultraprocesados son perjudiciales, adictivos, generan aumento de peso y obesidad.

Haciendo frente a esos problemas, han surgido en las últimas décadas numerosas experiencias orientadas a generar cambios profundos en los modos de producir alimentos y de consumirlos.

Se están desarrollando formas de cultivar alimentos sanos, tales como las huertas orgánicas de autoconsumo, la agricultura biológica u orgánica, la agroecología, la permacultura, la conservación de semillas, las crianzas responsables, etc.  Cabe mencionar los notables avances tecnológicos en materia de producción, conservación y transporte de alimentos. Entre ellos, la producción de de carne por cultivo de células, que se ha abaratado notablemente estando ya cerca de niveles de comercialización. 

Se difunden opciones de alimentación diversa, como el naturismo, el vegetarianismo, la alimentación macrobiótica, y diversas modalidades de dietas saludables.

Están también las organizaciones de consumidores, que exigen que los productos alimenticios cumplan normas básicas de salubridad, etiquetados transparentes, genuinidad, etc.

Podemos mencionar también movimientos como el slow food, que propician una mejor cultura de la comida y la alimentación, respetar los ritmos y ambientes de una alimentación saludable, promover las tradiciones culinarias regionales y locales, y buscar una mejor calidad de vida asociando el placer y el conocimiento en la alimentación.

Estas y otras experiencias orientadas hacia formas de alimentación muy diferentes a las que ha difundido el mercado capitalista, incluyen aspectos importantes de un nuevo modo de vivir y de consumir, mejor relacionados con la naturaleza, más saludables y equilibrados.

 

2.- La salud.

 

La salud constituye una preocupación primordial de las personas y las familias. Es un segundo ‘campo de acción’ de gran importancia en el encuentro de formas mejores de vivir y de hacer economía, correspondientes a una nueva civilización.

En las sociedades modernas, no obstante los avances logrados en la disminución de la mortalidad infantil y en el alargamiento de las expectativas de vida, existen muy serios problemas de salud que los modos actuales de procesarla no permiten resolver.  Cabe mencionar losdesafíos asociados al incremento de población anciana. Uno de ellos es la atención integral a ancianos que viven sólos y no son autovalentes. Otro es el tema muy actual del “buen morir”, la eutanasia y el suicidio asistido, campo se plantea el respeto a las opciones personales.

Se ha difundido un enfoque mecánico de la salud humana, en que las enfermedades son combatidas con drogas y fármacos especializados para cada dolencia, o mediante cirugías y trasplantes de órganos. Con este sistema las personas son objeto de atenciones médicas cada vez más frecuentes, en hospitales y clínicas masivas, en correspondencia con la frecuencia y la difusión social de las enfermedades. Los fármacos y drogas van perdiendo eficacia a medida que se repiten en el tratamiento de enfermedades reiteradas, requiriéndose cada vez dosis mayores y productos de mayor potencia invasiva.

Cabe añadir que en la vida moderna, y enun sistema económico con precariedad laboral, consumismo y sobrevaloración del tener sobre el ser, se multiplican las enfermedades nerviosas y mentales, el estrés, la depresión, la pérdida de sentido de la vida, la anomia moral, generando formas de vida abiertamente insanas. En las atenciones de salud no se considera que los seres humanos somos personas integrales, en que las dimensiones corporal, afectiva, intelectiva, de convivencia social y de relación con la naturaleza son interdependientes y constituyen aspectos esenciales de la salud física y mental.

En la actualidad las personas son altamente dependientes de los sistemas de salud, carecen de una consistente cultura de la salud que les proporcione autonomía y autocontrol de su bienestar, y muchas enfermedades son autoprovocadas, por malas prácticas de alimentación, de higiene, de cuidado del cuerpo, por consumos adictivos, etc.

Como respuesta frente a estas situaciones y problemas, se han desarrollado múltiples formas, concepciones y prácticas alternativas. Cabe mencionar, entre otras, el empleo de dietas, de plantas medicinales, y de extractos vitamínicos y minerales de base biológica.

Fundadas en una concepción integral del ser humano, existen experiencias y movimientos que buscan la conservación de la salud, la prevención de las enfermedades y el mejoramiento del bienestar, trabajando sobre la conexión mente – cuerpo – espíritu. Hay búsquedas centradas también en la recuperación de saberes medicinales antiguos, como la medicina tradicional china, la acupuntura, la medicina ayurvédica, la naturopatía. Algunas de estas formas de salud ‘alternativa’ están sustentatadas en prácticas y en saberes ancestrales y/o de base filosófica y espiritual.

Saber quién y cómo uno es, conocerse a sí mismo, desarrollar una cultura de la salud, adquirir niveles crecientes de autonomía en la gestión del cuerpo, de la mente y del espíritu, constituyen orientaciones esenciales para una vida más plena, que contribuyen al tránsito hacia una nueva civilización.

 

3.- La Energía.

 

Todo proceso y actividad económica implica emplear energías, constituyendo éste un tercer ‘campo de acción’ de alto impacto en el tránsito hacia una nueva y mejor civilización.

En las sociedades industriales, de alta urbanización y poderoso aparato estatal, se emplean volúmenes gigantescos de energía, en la producción, el comercio, el transporte, la iluminación y la seguridad. Para requerimientos tan elevados, la producción de energía se realiza actualmente en plantas inmensas, altamente concentradas, que emplean principalmente carbón, petróleo, gas, energía nuclear, y embalses de agua de dimensiones colosales. Estas formas de generación de energía presentan severos problemas: algunas no son renovables y tienden a escasear y agotarse; otras tienen problemas de seguridad no plenamente resueltos; casi todas tienen graves efectos de contaminación atmosférica, de las aguas, afectan el medio ambiente y contribuyen al cambio climático.

Buscando resolver estos graves problemas se han desarrollado formas energéticas nuevas basadas en fuentes renovables, limpias o menos contaminantes, producidas en escalas de menor tamaño, y controlables por la población de cada lugar en que se asientan. La energía solar en sus varias modalidades de captación, acumulación y distribución; la energía de los vientos; la de las aguas de paso; el aprovechamiento de la energía contenida en la biomasa, y algunas otras, forman parte de una búsqueda tendiente a producir energías alternativas respecto de aquellas que presentan los problemas señalados.

Forman parte de las nuevas soluciones las tendencias a una más elevada eficiencia que permita reducir el consumo de energía, especialmente en las grandes ciudades y en el transporte de productos y de personas. Se están realizando en tal sentido importantes innovaciones tecnológicas.

En la misma dirección se instalan prácticas sociales como la difusión masiva del uso de la bicicleta, y la reducción de las necesidades de desplazamiento físico de las personas y de las mercancías.

Es indudable que una nueva civilización requiere alcanzar niveles crecientes de autonomía en el ámbito energético, y afrontar de modos nuevos los problemas de su generación, acumulación y distribución. 

 

4.- La educación.

 

Un cuarto ‘campo de acción’ para alcanzar una vida más plena e ir hacia una nueva civilización, es el de la educación. No se trata solamente de la educación escolar, sino de todo lo que forma la persona, y especialmente (teniendo en cuenta el concepto de educación en Platon y Aristoteles, y el caso de las más importantes instituciones educativas orientales, de la formación de valores.

La actual educación escolar es todavía hoy la que se estructuró a comienzos del siglo pasado con la finalidad de preparar e introducir a los niños y jóvenes en la sociedad industrial y estatal. Es una educación que estandariza, masifica y disciplina a una gran mayoría de niños y jóvenes preparándolos para ocupar lugares subordinados y funciones dependientes en la economía, en la política y en la cultura. Es una educación que inhibe la creatividad, castiga la autonomía y fomenta el individualismo. No echa las bases humanas de economías solidarias, ni de relaciones sostenibles con el medio ambiente.  Cabe preguntarse si esetipo de educación sigue siendo funcional a la sociedad y si capacita a los individuos para integrarse “exitosamente” en ella; o si sea o no posible fortalecer en la educación actual el desarrollo de la creatividad, de la autonomía y de la solidaridad, sin sacrificar el desarrollo de habilidades útiles para integrarse y sobrevivir en el sistema actual.

Muchos educadores, que han tomado conciencia de esta lamentable educación escolar, han desarrollado sistemas y métodos de educación alternativa, orientados a la formación integral de los niños y jóvenes, poniendo énfasis en el desarrollo de la creatividad, de la autonomía y de la solidaridad. Escuelas Montessori, Waldorf, Escuela Nueva y varias otras constituyen modelos educativos que, manteniéndose insertos en el sistema escolar exigido por los Estados, aplican metodologías que buscan superar sus limitaciones y deformaciones más evidentes.

Cabe también considerar y analizar que la calidad del aprendizaje está en relación con el clima emocional en el aula; por ellos las hay valiosas experiencias que buscan mejorar la calidad de la educación introduciendo la educación emocional de los maestros y de los estudiantes.

Por otro lado, las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones están dando lugar a un amplio proceso de experimentación, destacando la notable expansión que está teniendo la educación a distancia y ele-learning, que junto con multiplicar las opciones respecto a los contenidos y las formas de la enseñanza, fomentan el auto-aprendizaje y la responsabilización de cada uno respecto a sus desarrollos cognitivos. A su vez, la educación social y emocional tiene importantes afinidades con la terapia, el arte y la espiritualidad, como es el caso del bio-danza desarrollado por el psiquiatra chileno Rolando Toro, y la logoterapia iniciada por Victor Frankl.

La creciente conciencia de los defectos de la educación escolar están llevando también a muchas familias a acentuar sus actividades educativas, siendo muy significativas las modalidades de educación en el hogar (Homeschooling),que se están difundiendo. ¿Es ello deseable, y en qué medida puede ser parte de una educación nueva, orientada a una nueva civilización?

La búsqueda de formas de educación que faciliten la formación de personas creativas, autónomas y solidarias, y que promuevan el tránsito hacia una nueva y mejor civilización, es un ‘campo de acción’ imprescindible, abierto a la exploración, tanto en cuanto a los contenidos de lo que corresponde aprender, a los ambientes y contextos educativos que puedan organizarse, y a los métodos de enseñanza y de aprendizaje. 

 

5.- El Habitar el Territorio.

 

Un quinto campo de acción que comienza a generarse en el proceso de tránsito a una nueva civilización corresponde a las condiciones en que las personas y comunidades ocupan, se asientan y utilizan el territorio en que viven. 

La vivienda, cuya carencia es manifiesta en casi todo el mundo, y las condiciones de habitabilidad especialmente en las grandes ciudades, experimentan un progresivo deterioro que afecta severamente la calidad de vida de las personas y comunidades. Demasiadas viviendas en reducidos, ruidosos y saturados espacios urbanos. El acceso al contacto con la naturaleza, que constituye una fuente de satisfacción de gran relevancia, se torna crecientemente difícil y costoso. La población se concentra en las grandes ciudades, y los lugares de mayor belleza natural son objeto de comercialización y explotación turística, en cuya lógica se torna prácticamente imposible experimentar la paz y tranquilidad de un ambiente realmente natural. Un proceso que está acentuando la gravedad de estos problemas es el incremento masivo de las migraciones, que llevan a concentrar la población en ciertos territorios aparentemente promisorios y a despoblar otros afectados por sequías, pobreza y devastación.

Es en este contexto que se plantea la cuestión de cómo habitar el territorio. Surgen experiencias que apuntan a generar nuevos modos de construir viviendas, de bajo costo y empleando materiales que se encuentran en los entornos locales; iniciativas de formas alternativas de asentamiento comunitario, tales como las eco-aldeas y la vida en comunidades. Los procesos de “desarrollo local” forman también parte de este campo de acción.

Existen también movimientos que trabajan por la recuperación del territorio circundante, impidiendo que en ellos se establezcan industrias contaminantes, generación de energías de alta intensidad, etc. 

También al interior de las ciudades se manifiestan diversas experiencias que se esfuerzan por mejorar las condiciones de vida, desarrollando barrios sustentables, comunas participativas, edificios comunitarios, implementación de ciclovías, y la experimentación de nuevas soluciones arquitectónicas y urbanísticas. 

 

Los Campos de Acción Transversales son:

 

6. El cuidado de la Biósfera y del Medio Ambiente.

 

Un primer Campo de Acción Transversal es el de los equilibrios ecológicos y del cuidado del Medio Ambiente. Los problemas del planeta tierra, provocados por la actividad humana, son muy serios, tan serios que estudios científicos demuestran que los delicados equilibrios que hacen posible la biósfera están en peligro de perderse en forma irrecuperable. Cada vez hay más evidencia científica sobre el cambio climático, la contaminación de la atmósfera y de las aguas, la desertificación, la extinción de especies, los desequilibrios ecológicos y el deterioro del medio ambiente en general, producidos por el modo en que crece y se expande la economía y la sociedad sobre la tierra, razón por lo cual la sostenabilidad requiere otra economía, u otras economías. Los efectos se dejan sentir sobre la población, que se ve afectada por cada vez más frecuentes y graves desastres (incendios de bosques, aluviones, inundaciones, sequías, etc.). 

Se sabe que continuar por el mismo camino conduciría en algún momento no muy lejano a una verdadera catástrofe ambiental y demográfica que afectaría a toda la especie humana. Lo sorprendente es que, si bien aumenta el conocimiento científico y la conciencia social sobre todo esto, nuestras sociedades no cambian de rumbo y se persiste en crecer, producir, consumir y vivir de los mismos modos en que se viene haciendo, con tan graves consecuencias. Por lo tanto, las soluciones no pueden derivar solamente de las ciencias naturales, sino que requieren repensar las ciencias humanas, a fin de cambiar las conductas humanas insostenibles.

Una característica típica de la civilización moderna es delegar en el Estado y en las grandes organizaciones económicas la solución a los problemas que aquejan a las personas y a la sociedad.  Pero ni los Estados ni las grandes organizaciones y corporaciones económicas resolverán estos problemas solos, pues son ellos que los han generado y los reproducen. Las iniciativas transformadoras tienen que venir de otros sectores, a fin de transformar eventualmente a todos los sectores. Surge, sin embargo, la pregunta sobre el rol que podría jugar el Estado puesto al servicio del bien común, y mediante el fortalecimiento de lo público integrado por bienes e instituciones públicas.

Lo que se requiere y está surgiendo, es una multiplicidad de iniciativas y de acciones particulares, locales, diversas, desplegadas con la máxima descentralización, de modo que en cada lugar o territorio donde se encuentre asentada una persona, una familia, una comunidad, un país, ellos mismas se hagan cargo de su propio ambiente y de las condiciones y circunstancias ecológicas en que se desenvuelve su vida. Dicho más concretamente, cada uno es responsable de la ecología en su casa, en su barrio, en su Comuna, en su territorio.  

Pero cabe también analizar cómo las iniciativas locales puedan potenciarse con  políticas nacionales y globales adecuadas. Y cómo evitar que la descentralización vaya en detrimento de la solidaridad horizontal entre regiones, entre países vecinos e incluso a nivel global, permitiendoe la transferencia de recursos y también la presión política de muchos débiles sobre pocos fuertes. 

Frente a los desequilibrios ecológicos y el deterioro del medio ambiente, se despliegan actualmente variadas experiencias, como el reciclaje y la recuperación de desechos, la protección de los animales, el cuidado de la flora y la fauna propias de la región y localidad en que se vive, el empleo racional de las aguas, etc. De ellas son protagonistas personas y grupo conscientes, que se hacen cargo de proteger sus ambientes y contextos naturales y sociales.

 

7. La economía solidaria.

 

Un segundo Campo de Acción Transversal es el de la economía solidaria, que se despliega en orden a enfrentar los desafíos de la desigualdad social, de la pobreza, de la reducción de las necesidades de trabajo en la economía tecnologizada, entre otros.

En lo esencial, la economía solidaria consiste en organizar y ejecutar las actividades y los procesos económicos conforme a una racionalidad solidaria, asociativa, que pone la realización plena de las personas y el desarrollo social integral como los grandes fines a los que se orientan la producción, la distribución, el consumo y la acumulación. Ello se cumple en empresas y unidades económicas diversas, pero que se distinguen por articular a sus componentes internos y relacionarse con terceros y en los mercados, en base a criterios de justicia, cooperación, comunidad, reciprocidad y solidaridad, y teniendo siempre en vista el bien común.

La economía solidaria se despliega en todos los campos y rubros de la actividad económica; pero presenta especiales ventajas, eficiencias y potencialidades al aplicarse a los ‘campos de iniciativa’ de la alimentación, la energía, la salud, la educación y el medio ambiente.

Al dar su propia impronta a las iniciativas que se crean en estos distintos ‘campos de acción particulares’, la economía solidaria los potencia y los relaciona sinérgicamente. Y dada su propia racionalidad, los hace más coherentes con los objetivos últimos del desarrollo de nuevos modos de vivir, de relacionarse, de pensar y de actuar, en la perspectiva de un civilización creativa, autónoma y solidaria.

 

8. La coordinación de las decisiones y nuevas formas de organización social y política.

 

Un tercer Campo de Acción Transversal se refiere a la necesaria coordinación de las decisiones y de las iniciativas y experiencias independientes que se despliegan en cada uno de los campos de acción particulares. Coordinación que, en la perspectiva de una nueva civilización, implica la búsqueda de nuevas formas de organización social y política, y la necesidad de re-pensar el Estado y considerar las dimensiones locales y globales; lo que tal vez podría entenderse como una eco-globo-política. 

Los nuevos modos de alimentación, de generación y distribución de la energía, de cuidado de la salud, de educación y de protección de la ecología y el medio ambiente, implican opciones que asumen libremente las personas, comunidades y organizaciones, que no pueden ser impuestos por la fuerza ni considerados como las ‘soluciones’ definitivas de los problemas. En estas experiencias se manifiesta una notable diversidad y pluralismo, y no se estructuran autoridades, poderes concentrados ni grandes organizaciones que se impongan sobre las personas ni sobre las experiencias. En ellas no se institucionaliza la separación entre los dirigentes y los dirigidos, que es típica de las grandes organizaciones y estructuras de la civilización capitalista y estatista.

En los procesos de creación de la nueva civilización, las personas y los grupos despliegan sus iniciativas con autonomía, en base a su propia creatividad, y solidarizando entre ellos y con el entorno social. Esto implica que el orden colectivo no se impone por la fuerza ni mediante el ejercicio del poder, siendo en cambio indispensable la coordinación de las decisiones independientes, adoptadas por quienes participan libremente en ellas.

Es en tal dirección que, en cada ‘campo de acción particular’ se constituyen organizaciones sociales y políticas, y redes horizontales que vinculan a las experiencias, les permiten compartir informaciones, se intercambian aprendizajes y saberes, y se coordinan las decisiones cuando se plantean iniciativas y proyectos que convocan la participación de muchos actores.

 

9. El conocimiento comprensivo de la complejidad.

 

Cada uno de los ‘campos de acción’ en que se dan las búsquedas de formas nuevas de vivir y de resolver los problemas, requiere el desarrollo de conocimientos rigurosos, y de alta complejidad en cuanto en ellos se trata de articular las diferentes dimensiones de la experiencia humana, en orden al desarrollo integral. Por eso, y para transitar hacia una nueva y superior civilización - en la alimentación, en la energía, en la salud, en la educación, en la ecología y medio ambiente, en la economía y en la coordinación de las decisiones - es necesario alcanzar formas de conocimiento superiores a los que sirven para orientar los procesos estandarizados y unilaterales propios del capitalismo y el estatismo. Esto, especialmente en los ámbitos político, económico, jurídico y cultural. 

El pensamiento unilateral en las ciencias sociales, tiende a hacer generalizaciones que no reconocen la diversidad y complejidad, y a considerar que toda la realidad está integrada funcionalmente y cada aspecto de ella se encuentra marcada por un único rasgo esencial. 

Surge la necesidad - y se trabaja en algunos centros de investigación -, de alcanzar un conocimiento científico denominado 'comprensivo', y una forma de pensamiento avanzado que ha sido identificado como 'complejo'. El pensamiento complejo implica superar el pensamiento ideológico caracterizado por el simplismo de las ideas y de las propuestas de transformación de la realidad social. El conocimiento comprensivo implica superar el conocimiento positivista, caracterizado por separar lo objetivo y lo subjetivo, prescindir de los valores en el análisis de los hechos sociales, simplificar la realidad proponiendo teorías generales a partir de aspectos particulares de la realidad.

El conocimiento comprensivo de la complejidad implica un esfuerzo de asimilación de concepciones teóricas diversas y aparentemente contradictorias, y en base a ello, la elaboración de puntos de vista superiores que, reconociendo la parcial validez de cada una de las teorías parciales, las integre y las supere en una síntesis superior.

Con el conocimiento comprensivo y el pensamiento complejo se llega a comprender la diversidad y la complejidad de las estructuras y de los procesos reales, lo que permite generar iniciativas de transformación diversas, creativas, autónomas, realistas, que parten del análisis particular de las condiciones particulares en que se vive y actúa. Ello teniendo en cuenta que el conocimiento se encuentra socialmente repartido, que nadie es poseedor de la verdad completa, y que todos los procesos económicos, políticos y culturales son altamente complejos, por lo cual las transformaciones progresivas que conduzcan a la creación de una nueva civilización deben ser pluralistas, multifacéticas y diversificadas.